Necesitada del dinero, Robin Wright firma un contrato según el cual los estudios harán una copia de ella y la podrán utilizar como les plazca. La actriz volverá a escena como invitada para un congreso, en un mundo que ha cambiado completamente. Basada en una novela de Stanislaw Lem, se trata del retrato de un mundo que se dirige inevitablemente hacia la irrealidad.