Paul Keller, un gestor de fondos con problemas con el juego, es despedido tras realizar un mal negocio que le cuesta millones a la firma para la que trabaja. Tras quedarse en paro, él y su esposa Vicky se mudan a Brooklyn, donde ella posee un estudio de fotografía. Allí vive también Marino, un joven honrado y un prodigio matemático cuya empresa familiar tiene problemas de solvencia.