En unas ruinas sumerias, unos arqueólogos caen por una hendidura causada por un terremoto y se encuentran atrapados en un mundo subterráneo habitado por una raza albina y unos topos humanoides a los que utilizan como esclavos. Al principio, los albinos creen que los intrusos son dioses, pero cuando su líder Elinu sospecha que no son lo que parecen, deciden que deben ser ejecutados.