A pesar de que en el título aparece la palabra Hollywood, esta comedia no gira en torno al mundo del cine, sino al de la música. Abbott y Costello vuelven a interpretar a dos perdedores que sueñan con convertirse en importantes agentes musicales. Quieren cumplir su sueño, así que empiezan con pequeños clientes con carreras alejadas del estrellato. Por el momento son unos don nadie, habrá que ver si la pareja de cómicos consigue convertirlos en los reyes de la música.