Llega doña Benita, pero la pobre anciana está lejos de ser el remedio buscado para Celia. Celia y una amiguita se pierden en el Retiro y tendrán que llamar a la Policiía. El padre de Celia tiene un hermano, Rodrigo, antiguo oficial del ejército africano, que al retirarse vuelve a Madrid con un joven morito como asistente, Maimon. Celia y Maimon encajan admirablemente, y entre los dos urden las trastadas más sorprendentes. Un día Celia deicde resolver los problemas de una anciana inválida haciéndose pasar por su hada protectora. Y una tarde de nieve, Celia llega a convencer a doña Benita para que compre un borriquillo. Lo meten en la propia casa de la calle Serrano. Los destrozos causados por el animal y el peligro que corre "Cuchifritín", el bebé, al querer Celia subirlo al burrito, convencen a los padres de que llamar a doña Benita no fue la mejor solución.